jueves, 1 de abril de 2021

El diseño instruccional y la evaluación en la nueva educación universitaria

 ¿Qué hemos aprendido con las disrupciones y la pandemia?

PRÓLOGO DEL LIBRO (borrador)

Cuatro vectores han confluido en la situación actual, y en la que se va a producir, de la educación universitaria y en buena parte de la educación en general:

Uno lo constituyen las tendencias que ya existían de la educación apoyada por la tecnología, la educación abierta, la educación on line y en general todas aquellas manifestaciones de la actividad educativa y de la forma en que se producen los aprendizajes, que se han visto afectados por la sociedad digital y por sus implicaciones.

Otro lo constituyen formas de docencia y de evaluación que se han manifestado como altamente eficientes en este contexto estructural. Aunque nos parezca anecdótico, pero ya veremos que no, afecta a sistemas educativos y universitarios enteros, de entre los más pujantes

En particular nos referimos a Mastery learning, o lo que de forma vaga o perifrástica se ha denominado modelo de dominio en el aprendizaje, y en otros casos modelo Singapur.

El tercero lo constituyen las disrupciones educativas y universitarias.

El último vector lo constituye, cómo no, la pandemia y el tránsito forzado y repentino a formas de docencia y evaluación que respetasen las normas sanitarias y que, en lo posible, cumpliendo sus fines de organizar la actividad de aprendizaje y de evidenciar los logros de los alumnos, se viese afectados lo mínimo por la situación sobrevenida.

En conjunto se ha producido una situación nueva con caracteres de permanecía. La pandemia ha acelerado unos cambios que de otra forma se venían produciendo de forma gradual, y sobre todo ha puesto de relieve su conveniencia en cualquier situación y los ha consolidado.

En este marco nuevo y con visos de permanencia estructural, han cambiado las bases en las que se desarrollan las actividades y sus medios, afectando a aspectos claves

 

La constancia de que la complejidad de las situaciones hace inviable cualquier explicación o solución global, nos confirma que la época de las macroideas y de los paradigmas educativos que dan explicación, sentido y significado a todo en cualquier situación ha pasado. Los anhelos y las ansiedades humanas de encontrar un relato o una explicación global se han mostrado históricamente más como fuente de problemas y de sufrimientos incluso que de soluciones. Lo que en otros ámbitos han sido fakes, en educación, la misma situación, como igual causa, ha dado lugar a multitud de mitos pedagógicos.

En definitiva, la teoría del Diseño Instruccional es una teoría orientada a la práctica o una teoría práctica, en contraposición a las llamadas teorías descriptivas:

       Las teorías prácticas persiguen proporcionar, como objeto de la investigación, una orientación directa sobre el tipo de métodos que hay que utilizar para conseguir los objetivos que nos proponemos.

       En contraposición a las teorías descriptivas, que intentan proporcionar un conocimiento más profundo de los efectos producidos por los fenómenos que estudian.

Es una teoría situacional. El aprendizaje depende en gran medida de las condiciones de todo tipo en las que se produce.

En consonancia, el diseño instruccional se define como

"un proceso sistemático que se emplea para desarrollar programas de educación y capacitación de manera continua y confiable" (Reiser & Dempsey, 2007). 

Por otra parte, como cualquier diseño, el diseño instruccional está considerado como una práctica. Y como tal suministra métodos que están íntimamente vinculados con la experiencia. Realmente son resultados sistematizados de la experiencia, validados por los métodos científicos.

La consecuencia más importante de este rasgo es que está subordinado a la experiencia. Nunca se pueden producir situaciones en las cuales el diseño contravenga una tradición de experiencias y de prácticas consolidadas

Todo ello nos da las claves, solo como método, para utilizar lo que se sabe, acerca de como los individuos aprenden en distintas situaciones. Como hemos dicho, el diseño instruccional es un saber y un conocimiento situacional. Parte de la idea de que las condiciones determinan en gran parte como se produce el aprendizaje, Y ninguna teoría en particular tiene las claves para todas las situaciones o es aplicable en cualquier situación.

Partimos de varios supuestos:

- Únicamente, en este dominio como en otros dominios científicos, se acepta como válido lo que está evidenciado en análisis y en estudios empíricos contrastados y probados. De ellos hay miles, decenas de miles sobre el aprendizaje en función de las condiciones en que se produce

- Todos esos resultados dan lugar, formando una sólida base, a constelaciones de ideas unidas por relaciones, implicaciones lógicas, procesos de síntesis, de diferenciación o de exclusión, a los enunciados generales que constituyen las teorías. No se comprende una teoría práctica, y las teorías educativas y sobre el aprendizaje lo son, sin esa sólida base y sin esos procesos de sistematización de los resultados, en conclusiones y en principios.

El libro que tiene en las manos parte, de una forma deseablemente sencilla, como fundamentación, del conocimiento que se tiene por los teóricos, y es aceptado de una forma consensuada, acerca del aprendizaje y de cómo se produce. De entre ellos los más conocidos y que hemos tomado como más importantes son los primeros principios de Merrill y las condiciones del aprendizaje de Gagné. Pero además da un repaso a los paradigmas interpretativos de la educación, la otra derivada de las teorías. Para una  propuesta concreta la de mastery learning, hemos tomado los resultados de un trabajo seminal de Samuel Bloom conocido como “el problema de las dos sigmas”.

A partir de ello hemos tomado como guía práctica para desarrollar una propuesta de diseño instruccional los trabajos de Reigeluth.

Pensamos que cualquier desarrollo teórico es estéril si no se somete al crisol, a la prueba, de lo que es realizable e implementable en situaciones concretas con ejecuciones reales y verificables sobre el terreno ---en el aula o en el entorno tecnológico de aprendizaje---- que puedan se contrastadas, verificadas, evaluadas y en su caso revisadas.

La manifestación evidenciable y evaluable del diseño instruccional es la guía docente, la guía didáctica. Es decir, la redacción del plan y la guía del itinerario que vamos a seguir en una clase desde la expresión escrita de lo que queremos que se produzca, en cuanto a aprendizajes, hasta los resultados que se han producido y cómo se han producido.

Para eso nos ha sido de gran utilidad algo que para muchos sonará a original, pero que no lo es, nos referimos a los trabajos de Fink, el teórico que fundamento la metodología de los MOOC de Coursera, sobre la elaboración de la guía docente. Es lo que hemos llamado “guía docente con estructura de tabla de doble entrada (matriz)”, donde aparecen como veremos, lo ítems de contenidos (que previamente hemos obtenido mediante cualquiera de las técnicas clásicas de secuenciación de contenidos) aparecen como filas y las componentes del diseño instruccional de cada uno de ellos (contenido, resultados de aprendizaje, actividades, evaluación y recursos) aparecen como columnas.

Con ello hemos redactado la segunda parte de este libro.


Imagen: Portada y contraportada del libro "El diseño instruccional y la evaluación en la nueva educación universitaria ¿Qué hemos aprendido con las disrupciones y la pandemia?". Kindle Direct Publishing. ISBN: 9798727690062. DOI: 10.13140/RG.2.2.21911.29605.